lunes, 24 de mayo de 2010

Nada es como me imaginé

Y abres los ojos, el sol enciende tu mañana, olor a miel, cantan los pajarillos, sabes que no tienes prisa y que ese momento es simplemente tuyo, miras hacia arriba, te levantas lentamente, abres la ventana, la brisa acaricia tu cara, no puedes parar de sonreir, entonces miras ese árbol, la recuerdas, sabes que podría estropear este momento; pero lo haces. Sonríes de nuevo, te das cuenta de que eres tú el protagonista ahora y estiras los brazos, te sientas de nuevo en la cama, vuelves a mirar arriba, y te das cuenta de que nada es como imaginaste.

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