sábado, 4 de septiembre de 2010

¡Cometamos errores!

¿Por qué molestarse en pensar si eso no va a cambiar las cosas? ¿Por qué molestarse en estar triste cuando existe la felicidad eterna? Si la felicidad es un estado de ánimo, no intentes reprimirla a un segundo plano, no llores cuando quieres reír, no huyas cuando quieres quedarte, no te quedes cuando te quieres ir, no esperes cuando tienes prisa. Somos demasiado pequeños y la vida pasa demasiado rápido como para arrepentirse de lo que no se puede cambiar, plántale cara al futuro, vive el presente, y no dejes pasar más oportunidades, sé feliz.

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